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Inciensos: elaboración para distintas clases de magia

Cuando el incienso se quema con anterioridad a las operaciones mágicas, su humo perfumado purifica también el altar y el área circundante, alejando las vibraciones perturbadoras y negativas. Aunque tal purificación generalmente no es necesaria, ayuda a tener el estado anímico adecuado para alcanzar el éxito en las operaciones mágicas. 

Se queman inciensos con formulaciones especiales con el fin de atraer ciertas energías específicas hasta el mago y ayudarlo/la a cargar su poder personal con el objetivo del rito, para producir finalmente el cambio necesario. 

La utilización de inciensos no debe limitarse exclusivamente a los ritos. Ahora bien, no utilice inciensos curativos simplemente por su perfume o como ambientadores del hogar. El hecho de quemar inciensos que han sido elaborados mágicamente y cargados de poder, cuando no se necesita hacerlo, constituye un gasto inútil de energía. Si desea quemar un incienso que tenga un olor agradable, prepare una mezcla para uso doméstico. 







Los Materiales 


Para la elaboración de los inciensos se utiliza una gran variedad de hojas, flores, raíces, cortezas, maderas, resinas, gomas y aceites. También es posible añadir piedras semipreciosas a fin de que éstas comuniquen sus energías a la mezcla, es algo muy parecido a lo que sucedía cuando los antiguos pueblos de la región comprendida entre México y Nicaragua quemaban esmeraldas en el fuego. 



De los cientos de posibles ingredientes de los inciensos, tal vez haya catorce que se utilizan con más frecuencia. Tenga a mano reservas de las siguientes hierbas si planea preparar varios inciensos: 



Olíbano - Mirra - Benjuí - Copal - Pétalos de Rosa - Laurel - Cinamomo 



Agujas o Resinas de Pino - Enebro - Sándalo - Cedro - Tomillo - Albahaca - Romero 



Tenga presente que muchas plantas (si no todas) huelen de forma diferente al ser quemadas. Los aromas dulces se vuelven acres rápidamente. 

Si quiere, tome una gran cantidad de substancias vegetales secas y finamente trituradas (flores, hojas, cortezas, raíces) y eche una pequeña cantidad de cada hierba sobre un bloque de carbón de leña ardiendo; luego determine si el olor es o no agradable. Puede tomar nota del olor de cada planta o hierba en un cuaderno especial reservado para tal fin o en fichas. También anote las sensaciones psíquicas o de otro tipo que siente cuando se quema cada una de las hierbas. De este modo adquirirá unos conocimientos muy completos sobre los elementos que componen los diferentes inciensos y ello supondrá una gran ayuda en la magia de las hierbas. 



Recuerde que, por muy sorprendente que parezca, el olor no es un factor que deba tener en cuenta en los inciensos mágicos, excepto en sentido muy general: los aromas dulces suelen utilizarse para objetivos mágicos positivos, en tanto que los olores fétidos se usan en los ritos de destierro. 



En los establecimientos comerciales que proporcionan material ocultista hay existencias de incienso para ser utilizado en actividades mágicas. Por no mucho dinero es posible adquirir muchas mezclas raras. 

Si bien estas fórmulas son efectivas desde el punto de vista mágico, tal vez usted desee elaborar las suyas propias. 







Dos Tipos de Incienso 


Se puede decir que el incienso es un elemento necesario para todo aquel que practica el arte de la magia, pero su composición suele estar rodeada de mucho misterio. Afortunadamente, con un poco de práctica resulta sorprendentemente fácil fabricar incienso. 



En la magia se utilizan dos tipos de incienso: El combustible y el incombustible. El primero contiene nitrato de potasio (salitre), que facilita la combustión, en tanto que el incombustible no contiene este elemento. Por tanto, se pueden quemar pastillas, conos, palitos y otras figuras de incienso combustible, mientras que el incombustible ha de ser vertido sobre bloques de carbón de leña al rojo para que desprenda su aroma. 



El 95% del incienso utilizado en actividades mágicas es de la clase incombustible, puro o granulado. ¿Por qué? Tal vez, debido a que es más fácil de elaborar. Los magos que trabajamos con hierbas somos gente muy práctica. 



Además, en algunos hechizos es necesario que se formen unas nubes de humo onduladas y como los conos, palitos y bloques de incienso arden a un ritmo constante, no es posible producir tales efectos al utilizarlos. 



Las ventajas del incienso combustible a veces pesan más que los inconvenientes, todo depende de las circunstancias. ¿Acaso ha de celebrar una ceremonia inesperada y quemar un incienso que atraiga dinero? Entonces, saque el incensario, un bloque de carbón de leña y el incienso, encienda el carbón de leña, colóquelo en el incensario y espolvoree incienso sobre el mismo. También puede sacar un cono de un incienso que proporcione dinero, encenderlo, colocarlo en el incensario y proseguir la ceremonia. 



No todos los magos son partidarios del mismo incienso. 

He aquí una serie de instrucciones para la elaboración de las dos clases de incienso. 







Incienso Incombustible 


Asegúrese de que time todos los ingredientes necesarios. 

Todos los ingredientes han de estar finamente triturados. Es preferible pulverizarlos. Para ello puede utilizar un mortero o una trituradora eléctrica. No es fácil reducir algunas resinas a polvo, pero con algo de práctica descubrirá como hacerlo. 

Cuando todo esté dispuesto, mezcle con sus manos las resinas y las gomas en un gran recipiente de madera o cerámica. Mientras mezcla esas substancias aromáticas, combine también sus energías. Visualice su poder personal, véalo vibrar con su objetivo mágico, salir de sus manos y entrar en el incienso. Esto es lo que hace que el incienso casero sea más efectivo que sus equivalentes comerciales. 



A continuación, agregue a la mezcla las hojas, cortezas, flores y raíces pulverizadas. Mientras las mezcla, continúe visualizando o concéntrese en el objetivo del incienso. 



Ahora añada los aceites o líquidos (vino, miel etc.) que estén incluidos en la receta. Suele bastar con añadir unas gotas. Con relación a los aceites he de señalar que si la receta se compone de una cantidad suficiente de ingredientes secos puede sustituir alguna hierba que le falte por un aceite del aroma de dicha hierba. Únicamente asegúrese de que el aceite es un aceite esencial, pues al arder los aceites sintéticos huelen a plástico quemado. 



Una vez que se han mezclado perfectamente todos los ingredientes, ya se ha elaborado totalmente el incienso. Cárguelo de poder y habrá terminado. Debe conservarlo en un tarro cerrado herméticamente. Ponga una etiqueta en la que aparezca el nombre del incienso y la fecha de su elaboración. Ya está preparado. Puede utilizarlo cuando sea preciso. 







Incienso Combustible 


La elaboración de los inciensos combustibles (en forma de conos, pastillas y palitos) es bastante complicada, pero muchos son de la opinión que merece la pena trabajar un poco más. 



Para ser sincera, he de decir que no es sencillo. Algunos ingredientes son difíciles de obtener, el procedimiento que debe seguir suele ser completo y decepcionante, y algunos llegan a preguntarse si el incienso combustible es tan efectivo desde el punto de vista mágico como su equivalente incombustible. La causa por la que dudo sobre su fabricación es que contiene nitrato de potasio. Esta substancia se relaciona mágicamente con Marte, y me parece que el nitrato de potasio puede comunicar una agresividad innecesaria al incienso. Pero, posteriormente caí en la cuenta de que los bloques de carbón de leña que se utiliza para quemar el incienso incombustible también contienen salitre. Sin embargo, sigo prefiriendo el incienso puro. 



El ingrediente básico de todos los inciensos moldeados es la goma de tragacanto. El tragacanto puede conseguirse en algunas herboristerías; (en determinada época del pasado era posible su adquisición en todas las farmacias.) Es bastante caro, pero una cantidad pequeña le durará muchos meses. 



Para fabricar pegamento de tragacanto, eche una cucharadita de la citada hierba, previamente molida en un vaso de agua templada. Remuévalo hasta dispersar todas las partículas. Para facilitar esta operación, es conveniente echarlo en un recipiente y batir la mezcla con un batidor de huevos. Se producirá algo de espuma, pero es fácil quitarla o dejar que desaparezca. La goma de tragacanto es un material muy absorbente; una onza absorbe un galón de agua en una semana. 



Deje que el tragacanto absorba el agua hasta que la mezcla se convierta en una pasta espesa de olor agrio. La consistencia de la mezcla dependerá del tipo de incienso que desee obtener. Si desea fabricar palitos de incienso (es el tipo de incienso más difícil de fabricar), la mezcla habrá de ser bastante fina. Para fabricar pastillas o conos hay que elaborar una goma más espesa. Aquí es donde la práctica tiene mucho que decir. Tras una sesión o dos usted, automáticamente, sabrá cuándo tiene la goma la consistencia idónea. 

Si no logra encontrar tragacanto, pruebe a usar goma arábiga en su lugar. Este material también absorbe el agua. 

Cuando haya preparado el pegamento de tragacanto, cúbralo con un paño húmedo y guárdelo. Continuará espesando, mientras esté en reposo. Si espesara demasiado, añada un poco de agua y remueva con insistencia. 



A continuación ha de hacer la base del incienso. 

He aquí una fórmula estándar para la preparación de la base de un incienso: 







BASE DE UN CONO DE INCIENSO 


6 panes de Carbón de Leña triturado (que no sea auto inflamable) 



1 parte de Benjuí triturado 

2 partes de Sándalo triturado 

1 parte de raíz de Lirio (fija el perfume) 

6 gotas de aceite esencial (utilice el aceite de uno de los ingredientes del incienso) 

de 2 a 4 partes de una mezcla de incienso cargado de poder 



Mezcle bien los cuatro ingredientes. Añada las gotas de aceite esencial y mézclelo con los demás ingredientes. Utilice las manos para ello. El objetivo es crear unos polvos con una textura muy fina. Si quiere, puede pasar nuevamente la mezcla por la trituradora o el mortero, hasta que quede a su gusto. 

Añada de dos a cuatro panes del incienso ya preparado y cargado de poder (elaborado según las instrucciones para la elaboración de inciensos incombustibles, que acabamos de citar). Mézclelo bien con las manos. 

Luego, añada un diez por ciento de nitrato de potasio. Si ha preparado diez onzas de incienso, habrá de añadir una onza de nitrato de potasio. Remuévalo hasta que el polvo blanco se haya mezclado por completo. 



No debe haber más de un diez por ciento de salitre. Si se añade más, el incienso se quemará demasiado deprisa; si se añade menos de un diez por ciento, puede que el incienso no llegue a arder. 

No es difícil conseguir nitrato de potasio en los "drugstores", búsquelo allí, no suele estar en estanterías; pídalo en la sección de farmacia. Si no tiene suerte, acuda a algún proveedor de productos químicos. 



A continuación, añada el pegamento de tragacanto, cucharadita a cucharadita. Mézclelo con los demás ingredientes dentro de un recipiente, hasta que todos los ingredientes estén mojados. La textura ha de ser espesa, semejante a una masa. Ahora bien, si espesara demasiado no podría adoptar una forma cónica y tardaría muchísimo en secar. La mezcla ha de ser fácilmente moldeable y conservar la forma adquirida. 



Dé forma cónica a la mezcla sobre un papel encerado. Haga unos conos iguales a los que probablemente usted ha comprado alguna vez. Si no le da esa forma, es probable que el incienso no arda bien. 



Cuando haya terminado de hacer el cono de incienso, déjelo de dos a siete días en un lugar caliente hasta que se seque. La elaboración del incienso ha terminado. 



Si desea fabricar una pastilla de incienso, coloque la masa espesa sobre un papel encerado. Córtela con un cuchillo en dados de una pulgada, como si estuviera cortando unos "brownies" pequeños. Sepárelos un poco y déjelos secar. 



También puede probar a hacer palitos de incienso. Añada más pegamento de tragacanto al incienso y a la base. La mezcla debe estar mojada, pero ha de seguir siendo bastante espesa. El truco consiste en determinar qué espesor ha de tener el incienso/tragacanto y en hallar los materiales idóneos. Los fabricantes profesionales de incienso utilizan unas tablillas finas de bambú, que no son fáciles de conseguir. Así pues, utilice en su lugar tablillas de madera o bambú de fabricación casera, o bien las pajas de una escoba, unas ramitas muy finas, o esos largos pinchos de cocktail que puede adquirir en algunas tiendas de comestibles y de productos alimenticios orientales. 



Introduzca los palitos en la mezcla, déjelos reposar en posición vertical y luego vuelva a sumergirlos. En general, hay que sumergirlos varias veces; es un proceso muy difícil. Mas o menos como cuando hace velas. 



Cuando se haya acumulado en los palitos una cantidad suficiente de incienso, clávelos en un bloque de arcilla o de otra substancia con objeto de que permanezcan en posición vertical. Deje que se sequen. 

Existe otra fórmula para la fabricación de palitos de incienso. Consiste en utilizar una masa mas espesa. Coloque la masa sobre el papel encerado y aplástela dando palmaditas hasta que quede muy fina. Coloque el palito sobre la masa y enrolle la masa en el palito. El incienso no debe tener un grosor superior al doble de lo que mide el palito. Apriete la masa contra el palito hasta que se pegue al mismo y deje que se seque. 



Personalmente, opino que el incluir carbón de leña en esta receta es innecesario y de mal gusto. Le obliga a lavarse las manos muchas veces durante el proceso. Si bien he de decir que el carbón de leña tradicional da un olor peculiar al incienso. He aquí otra receta 





BASE DE UN CONO DE INCIENSO # 2 


6 partes de Sándalo en polvo (o Cedro, Pino, Enebro) 

2 partes de Benjuí en polvo (u Olíbano, Mirra, etc) 

1 parte de raíz de Lirio triturada 

6 gotas de aceite esencial (utilice alguno de los ingredientes del incienso en forma oleosa) 

de 3 a 5 panes de una mezcla de incienso cargado de poder 



Mezcle bien los tres primeros ingredientes. Agregue el aceite y mézclelo también. Luego añada de tres a cinco partes del preparado de incienso, reducido a polvo. Péselo y añada un diez por ciento de nitrato de potasio. 

Mézclelo, agregue el pegamento de tragacanto. Una vez haya mezclado el pegamento con todos los ingredientes dé forma a la masa siguiendo alguno de los métodos que acabamos de explicar. 






Reglas para la Elaboración del Incienso Combustible 


He aquí algunas normas que conviene seguir a la hora de preparar un incienso combustible. Debe seguirlas cuando elabore la Base del Cono de Incienso # 2. Si no lo hace, el incienso no quemará bien. En este campo hay menos posibilidades de experimentación que en el de los inciensos incombustibles. 

En primer lugar ¡nunca utilice más de un diez por ciento de salitre! 



También es conveniente añadir la proporción adecuada de las maderas pulverizadas (sándalo, áloe, cedro, enebro y pino) y las gomorresinas (olíbano, mina, benjuí, copal), el doble de madera en polvo que de resina. Si hay más materia resinosa, la mezcla no arderá. 



Naturalmente, usted tendrá que jugar con las proporciones dependiendo del tipo de incienso que vaya a añadir a la base. Simplemente asegúrese de que el olíbano y substancias afines nunca constituyen más de un tercio de la mezcla final y todo irá bien. 



Aunque esto no cubre todos los aspectos de la elaboración del incienso combustible (podrían llenar un libro), posiblemente le dará una orientación suficiente para que usted pueda preparar sus propios inciensos. 

Experimente, pero tenga presentes las referidas normas. 

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