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Meditación para reparar un órgano enfermo

Se trata de una visualización.

Cierre los ojos. Imagínese a usted mismo al lado de un arroyo de montaña de aguas rápidas y cristalinas. Arrodíllese junto a ese río, introduzca su mano dentro del cuerpo y saque el órgano que esta dañado.Voltéelo al revés y lávelo concienzudamente en el agua, usando un cepillo de oro de cerdas muy finas para arrancar todas las impurezas y, observe como todo el material estropeado es arrastrado corriente abajo por las aguas frías e impetuosas del arroyo
Después saque el órgano y déjelo sobre el suelo fértil de la orilla para que se seque al sol, que inunda la zona con su calida luz.

 




Cuando el órgano esté seco tome una aguja de oro, muy fina, enhebrada con hilo de oro y repare cualquier deterioro cosiendo las paredes del órgano lesionado, juntando los bordes de la pared de modo que desaparezca todo vestigio de la rotura.
Examine el segmento recién cosido, que ahora presenta un aspecto normal y sano
Seguidamente aplique un suave masaje a la parte expuesta con movimientos en el sentido de las agujas del reloj, perciba como el flujo de sangre y energía circula de forma uniforme por el órgano, dígale que le gusta, que lo ama, que reconoce la buena labor que hace dentro de su organismo, que lo tratará mejor de ahora en adelante, que llevará una vida saludable y con buena alimentación, sonríale mientras lo vuelve al derecho y lo coloca de nuevo en su lugar dentro del organismo. Asegúrese que todo esta en orden y que el órgano funciona de maravillas.


Abra los ojos.

 



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