Ritual de Mabón para sanar a la Tierra

Vamos a salir a un bosque, un lago, una playa, una plaza, un balcón o simplemente cerca de nuestras plantas. Abrimos un círculo de luz violeta que exuda paz.

Nos vamos a concentrar en cada elemento, el agua, que con su fluir transmutará la tristeza en esperanza. El fuego, que purificará. La tierra, a la que necesitamos sanar. El aire, por el cual viajan nuestras plegarias por la paz y por la tierra.

 

Así, hemos llamado de una manera diferente a los elementales.

 

Cerramos los ojos y llamamos a los dioses: la gran madre que nos da abundancia, el dios astado que cabalga en el viento y apacigua el espíritu.

 

Nos llenamos de sus dones y los enviamos a las partes sufrientes de nuestro planeta.

 

Pedimos abundancia, abundancia en paz. Si hemos sido concientes de nuestro lugar en este mundo, cocecharemos el bien que hemos exparsido.

 

Despedimos a los atalayas y a los dioses y abrimos el círculo.