Figuras masculinas del tarot
Rostros sutiles
Himno a Isis
Yo soy la Madre de mi Padre
Y la hermana de mi marido;
Y El es mi vástago.
Yo soy la esclava del que me preparó
Y la dominadora de mi vástago;
Pero El es quien me engendró
Antes del tiempo del nacimiento,
Siendo El mi vástago en el tiempo;
Y mi poder procede de El.
Yo soy el cayado de Su poder en Su juventud
Y El es el báculo de mi vejez;
Y lo que quiere El es lo que me sucede.
Yo soy el silencio incomprensible,
La idea cuyo recuerdo es frecuente,
La voz de múltiples sonidos
Y la palabra de múltiple apariencia.
Yo soy la pronunciación de mi nombre.
¿Por qué me amáis los que me odiáis
Y me odiáis los que me amáis?
Los que me negáis, confesadme;
Y los que me confesáis, negadme.
Los que decís la verdad sobre mí,
Mentid sobre mí;
Y los que habéis mentido sobre mí,
Decid la verdad sobre mí.
Los que me conocéis, ignoradme;
Y los que no me habéis conocido, conocedme.
YO PERSIGO UNA FORMA
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.
Rubén Darío
Cernunnos despierta en Yule
En Yule, Cernunnos reina sobre la Naturaleza,
nos invita a transmutar nuestro espíritu como los animales,
sin odios, rencores, sin quejas absurdas,
entendiendo
que la vida es más bella de lo que creíamos,
y que se puede mirar hacia el futuro sin temor.
Recogeremos albas infinitas,
las que duermen al astro en la palmera,
las que prenden el trino en las alondras
y levantan el sueño de las selvas.
Julia de Burgos
Yule y la luna llena del invierno
En este Yule una luna gigante, que se encuentra en su perigeo orbital, acompañará el retorno del Señor del Sol.
Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.-
Cada ventana era sol,
cada cuarto era ventanas.
Los corredores tendían
arcos de luz por la casa.
En los árboles ardían
las ascuas de las naranjas,
y la huerta en lumbre viva
se doraba.
Los pavos reales eran
parientes del sol. La garza
empezaba a llamear
a cada paso que daba.
(Alfonso Reyes)
En Yule renacemos con el dios, renacemos con sus dones: la empatía con la naturaleza y sus seres, la palabra suave hacia los demás, la esperanza. Durante Samhain hemos mirado a nuestro interior, en Yule miramos hacia el otro, y tendemos nuestra mano a quien necesite nuestra ayuda.