La justicia de Hécate
Para pedir a Hécate por justicia se le ofrenda el cáliz con vino o jugo de cítricos, se quema incienso en grano, se enciende una vela blanca y se pone una piedra de azabache en el centro del círculo.
Decimos el canto de Hécate mientras meditamos en la justicia y el equilibrio. También se ofrenda harina o jengibre a los elementales.
Porque soy la pureza y la última,
yo soy la venerada y la despreciada
yo soy la prostituta y la etérea,
yo soy la esposa y la virgen,
yo soy la madre y la hija,
yo soy los brazos de mi madre,
yo soy la estéril y numerosos son mis hijos,
yo soy la bien casada y la soltera,
yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
yo soy el consuelo de los dolores del parto,
yo soy la esposa y el esposo,
y fue mi hombre quien me creó,
yo soy la madre de mi padre,
soy la hermana de mi marido,
y él es mi hijo rechazado
Respetadme siempre,
porque yo soy la escandalosa y la magnífica
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