Blogia

Hechizo nórdico de liberación personal

Se usa un dibujo de una runa de protección o una carta de tarot que simbolice poder, y  una piedra negra: turmalina, azabache, ágata negra, hematite o una piedra gris que encontremos en una plaza o parque...

Se quema sándalo, hojas de romero u hojas de laurel. En el cáliz bebemos un jugo cítrico (naranja, pomelo, limón...).

Una vela blanca se enciende para resguardar nuestro karma.

Al consumirse el incienso y la vela, hacemos una ofrenda a la tierra y a Cernunnos y Aradia, y bebemos el jugo.


Conozco cantos que la mujer del rey no conoce, ni el hijo del hombre.
El primero se llama ayuda, pues te ayudará en las luchas y preocupaciones.
Con el segundo sé lo que piden los hijos de los hombres,
que quieren vivir como sanguijuelas.
Por el tercero sé, si tengo gran necesidad,
de reprimir a mis enemigos, amortiguo el filo de las armas de mi adversario.
Ni las armas ni las trampas pueden perjudicarme.
Con el cuarto sé si los hombres atan mis miembros,
canto de tal forma que puedo andar; las trabas se escapan de mis pies,
y los grilletes de mis manos.
Con el quinto sé, y adivino la flecha volando desde una mano hostil,
una flecha volando en medio del ejército;
no puede volar tan deprisa que no pueda pararla, si simplemente la veo.
Con el sexto sé que si alguien me hiere con la raíz de un árbol verde,
y también si un hombre me declara su odio,
el mal los destruirá más rápido que a mí...

 

 



0 comentarios