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Magia wiccana con agua

Nuestra dependencia de los cuatro elementos es total. Cada uno, en su papel dentro del teatro de la vida, contribuye a nuestra supervivencia como especie. Y como hermanos en esta gran mezcla genética pensante, todos estamos esforzándonos en mejorar nuestra pequeña parcela. Desafortunadamente, aún debe darse una visión más global. Aunque se han tomado medidas para concluir con el desorden del siglo XX, todavía no lo hemos conseguido. Somos conscientes de la gran dependencia que tenemos de la Madre Tierra y del Padre Cielo, que son claves para nuestra supervivencia.

No soy particularmente amiga de las metáforas, pero todas tienen su razón de ser y en esta hay algo sobre lo que reflexionar. Considera el tipo medio de propietarios de casas: ellos han comprado un trocito de este planeta donde situarse cómodamente. Llamas a sus puertas y les dices que en el futuro deben echar toda la basura, papeles, suciedad y polvo en el centro de su cuarto de estar. ¡Qué desgraciados se sentirían!

Este modelo de pensamiento se ha desarrollado siguiendo dos caminos diferentes. Por una parte, lucharemos contra la muerte para preservar nuestras casas: «La casa de un hombre es su castillo», etc. Protegemos lo que hemos comprado. Pero, ¿cómo pode¬mos comprar un trozo de algo sin ser conscientes de que el resto también existe? Esto ocurre sobre todo cuando se trata de la por¬ción de tierra que rodea a la que hemos comprado ¿De dónde procede esta manera de pensar? No está bien ensuciar nuestra propia casa, pero sí lo está ensuciar las zonas comunes.

Necesitamos del mundo al igual que nos necesitamos los unos a los otros. Realmente es así de simple. Imagínate la diferencia si pudiéramos poner en práctica este pensamiento. Quizás es utópico, pero tenemos que llegar a algún tipo de entendimiento. Nuestro mundo depende de ello. No soy lo suficientemente idealista como para pensar que llegará el momento en que haya una paz total en el mundo, o una reducción de la contaminación hasta un nivel cero, o el desarme completo de cada nación. Pero la forma en que yo lo veo, es que, cuanto mayores son nuestros esfuerzos mágicos y prácticos, más cerca estamos de conseguir un poco de ese sueño. Las cosas importantes de la vida deben realizarse poco a poco. Las cosas pequeñas también cuentan.

Agua, agua por todas partes

La tierra y el cuerpo son uno. Cada uno de ellos contienen un amplio almacén de conocimiento y memoria. La divinidad está dentro y fuera de ellos. Ambos están compuestos por moléculas, átomos y partículas, y siguen un proceso sofisticado que hasta ahora el cerebro humano no ha sido capaz de descifrar completa¬mente. Y los dos han sobrevivido gracias a sus elementos básicos.

El agua está por todas partes. Tanto nuestros cuerpos como la Tierra son agua en su mayor parte. Las lágrimas, la lluvia, la san¬gre y el líquido amniótico, todos son fluidos de la vida. Todas ellas son formas en las que desempeña un papel clave dentro de nuestras vidas.
El agua es el elemento más interesante de los cuatro, por su capacidad de presentarse en diferentes estados. Los otros elemen¬tos también pueden hacer esto mismo, pero los del agua son más fáciles de advertir y más útiles. El agua puede utilizarse en su estado líquido, sólido o gaseoso. Y, con fines mágicos, todos los estados del ser son unas maravillosas herramientas para el traba¬jo con conjuros. A continuación, enumero tres simples conjuros para cada uno de ellos. No importa mucho cuál sea el propósito, siempre que sea positivo. Estos ejercicios aumentarán tu conoci¬miento de los estados del agua, y sólo necesitarás fijar un objeti¬vo sencillo y positivo en la mente mientras trabajes con ellos. Elige los colores apropiados para cualquier herramienta que vayas a utilizar, según sea el trabajo:

Hielo

Necesitarás:

• Un cubo de hielo.

• Una hebra de hilo de unos 45 centímetros.

Siéntate cómodamente en tu lugar mágico y sitúa el cubo de hielo en un plato lo suficientemente grande como para contener esta misma cantidad de agua en forma líquida. Concéntrate en la intención de tu trabajo y carga de energía el hilo entre tus manos. Respira profunda y acompasadamente. Una vez que te encuentres relajado, comienza a rodear el cubo de hielo con el hilo, ve enrollándolo siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Al hacerlo, mantén un ritmo tranquilo y lento, y visualiza claramente tu objetivo en la mente.

Cuando hayas acabado de enrollar el hilo, da gracias a los dioses y cierra tu espacio mágico. Deja el plato en el altar y, cuando el hielo se haya fundido, pon el anillo de hilo en un lugar seguro. Tíralo después de completar el trabajo. Bebe el agua del hielo que se ha fundido e imagínate la magia del conjuro fundiéndose con la magia de tu cuerpo.

Vapor

Necesitarás:

• Agua hirviendo.

• El conjuro escrito en un trozo de tela.

Sitúate cerca del fuego de la cocina y deja que hierva agua. De nuevo, con la intención de hacer el bien, concéntrate en tu objetivo y respira hasta conseguir relajarte. Toma el trozo de tela y pásalo por el vapor que sale del recipiente. Si es una olla que se puede meter en el horno, utilízalo, así la asociación con el elemento agua intensificará el conjuro. Procura que la pieza de tela sea larga, de forma que tus manos permanezcan fuera del vapor, pues este quema y puede ser peligroso. Ten cuidado.
Cuando sientas que es el momento adecuado, muestra tu agradecimiento a los dioses, enrolla la tira de tela como si fuera un paquete y colócala en tu altar. Una vez que hayas finalizado el trabajo, quémala en el fuego de tu ritual.

Al realizar el trabajo con los diferentes estados del agua, ten presente la versatilidad de este elemento. Emplea todos sus sentidos para poder apreciar la magia de este rasgo.

Líquido

Necesitarás:

* 142 centímetros cúbicos de agua limpia (preferiblemente purificada).

* Una botella con cuentagotas medio llena de tinta negra.

* Una pizca de la hierba apropiada.

Siéntate en tu lugar mágico y respira hasta que te encuentres relajado. Vierte el agua dentro de un caldero u otro cacharro. Mira dentro y visualiza tu objetivo. Con el cuentagotas, vierte siete gotas de tinta dentro del agua; en lugares distintos. Aquí está el truco: al verter cada gota dentro de la superficie del agua, observa cómo hace remolinos y se diluye. Comprueba cómo aumenta la profundidad del agua, lo mismo ocurre con tu conjuro que se funde como cada gota en el agua.

Cuando hayas acabado, deja las hierbas flotar en la superficie. Mantenlas en el altar durante siete días completos. Vierte los contenidos de tu caldero en algún sitio donde corra el agua.

Estos conjuros pueden ser totalmente modificados según tu gusto y creatividad. Pero lo importante es tu conocimiento cada vez mayor de los estados del agua. Esto también muestra que los conjuros no tienen que ser complicados para que funcionen. Pueden ser simples y fáciles, y al mismo tiempo bastante efectivos.

Trabaja para llegar a conocer este maravilloso elemento: su movimiento, sus poderes de limpieza y su energía, capaz de dar vida. Todo ello mejorará tu existencia. Da gracias por esta abun¬dancia. Hay muchos lugares en el mundo donde 143 centímetros cúbicos de agua son más valiosos que el oro. Aprende a apreciar este regalo y haz uso de él en tu magia diaria. En este elemento verás nuestros propios orígenes, pues todos nosotros procedemos del mundo del agua, y estamos familiarizados con él por la memo¬ria. Recuérdalo y este poder te ayudará en tu trabajo.

Baños

No hay ninguna sensación comparable a la de meterse en una bañera con agua humeante, aromatizada con fragancias relajantes de hierbas. Mientras el calor libera tu cuello de tensiones, intenta hacerte una idea de la magia tan fuerte que esta atmósfera puede producir.
Piensa en el ritual en su conjunto, ya que, sin duda, eso es lo que es. Cuando hacemos algo con una intención específica, hemos ritualizado esas acciones. En este caso, el propósito es la sensación que un baño caliente te va a producir. La anticipación es lo que hace que el ritual esté vivo. Cada gesto y movimiento se hacen con algún fin: desde desvestirte, hasta cuando dejas correr el agua, y desde añadir la esencia o las burbujas hasta cuando enciendes una vela. Cualquiera que sea tu disposición, te estás preparando para la experiencia de tomar un baño, por decirlo de alguna manera, estás despertando tu psique. Debemos prepararnos para aceptar lo que ocurre en nuestro camino cuando estamos libres de tensiones, pues estas sólo sirven para mantener nuestra mente bloqueada. Estamos tan concentrados en el motivo de nuestra tensión, que raramente permitimos la entrada de nuevos pensamientos constructivos. Pero cuando nos relajamos y nos liberamos de ella, nos abrimos a nuevos e interesantes pensamientos. Aprendemos mucho después de estar media hora en el agua. Nuestra mente está libre para vagar y recoger mensajes perdidos que podríamos escuchar. Cuando la mente está abierta a posibilidades ilimitadas, nuestras vidas se abren también. Al limitar las posibilidades de nuestro pensamiento, limitamos nuestras vidas. Mientras retengamos la energía para ver las escenas de nuestras vivencias, podemos trazar nuestros caminos.

Yo trato de colocar siempre una pizca de macis en algún lugar del baño, mientras tomo una ducha o baño de vapor. La macis es una hierba que llega a la raíz de la actividad psíquica. Elimina el pesado velo que rodea nuestra psique. Con ella encontrarás que tu concentración aumenta significativamente. Tus pensamientos no se agolparán ni parecerán vacíos o carentes de importancia. Con esta hierba la experiencia de bañarse será más intensa. No es necesario que el agua esté demasiado caliente para que funcione, sus energías aumentan mientras absorben vapor. Una pizca es nor¬malmente más que suficiente.

Mientras te preparas para el baño, mantén tus objetivos en mente. No evites el verte reflejado, aunque mucha gente lo haga. Presta atención: los espejos son muy buenos conductores de la actividad psíquica. Pueden asustar con ciertos tipos de luz, especialmente a los niños pequeños. Si tienes una vela encendida, ten cuidado cuando los niños más pequeños entren en la habitación, ya que una vela encendida, junto a un espejo grande, puede dis¬torsionar todas las imágenes que el niño ve.

Tómate algunos minutos antes de darte un baño que te cargue de energía. Ponte lociones corporales y frótatelas suavemente sobre la piel; notarás cómo los músculos comienzan a relajarse y a enviar ondas energéticas a tu pulso. Concentra la fuerza a través de tus palmas para sentir cómo conecta con las vértebras, enviándola hacia la parte superior de la espalda. Un cosquilleo en la base de tu columna será un claro indicador de la conexión. Presta aten¬ción: suavemente, pero de manera firme, frota la loción en las áreas de tu espalda, hombros, brazos, piernas y torso a las que puedas llegar con facilidad. No te fuerces; esto impediría el cum¬plimiento de tus propósitos.

Cierra los ojos, siente lo que está pasando en tu cuerpo, al tiempo que conduces la energía de nuevo hacia ti. Al igual que una batería, los seres vivos también necesitan recargarse. Mientras frotas las manos sobre la piel, diriges un flujo constante de fuerza hacia tu cuerpo y psique. Según das el masaje con un movimiento circular, recita en voz baja tu conjuro. Haz que todo sea rítmico. El baño caliente mantendrá la humedad y tu piel se beneficiará de ello.

Elige las hierbas apropiadas para el trabajo que estés realizando. Al escogerlas, mantén en tu mente su fragancia. Si no son adecuadas para echarlas en la bañera, colócalas en un plato o alrededor de una vela. La absorción que hagan del vapor será suficiente para liberar su poder. Procura que estén cargadas de energía y machácalas antes de utilizarlas. También puedes mez¬clarlas en una bolsita hecha de estopilla y colgarla de una cuerda en el grifo del baño; incluso puedes introducirla directamente en el agua. Asegúrate de que no eres alérgico a ninguna de estas plantas.

Mientras estás bañándote, comprueba cómo te liberas de las tensiones. La zona del cuello es la más importante, pues su capacidad para almacenarlas es muy grande; es la parte que más tensión soporta. Puede que no nos demos cuenta, pero es así. Los músculos de los hombros, del cuello, de la base del cráneo y la columna almacenan energía negativa. Tenemos que concentrarnos para liberarlos de esa carga. Y, sobre todo, debemos concedernos a nosotros mismos la posibilidad de estar relajados, porque esto es la clave de todo. Uno debe darse cuenta de lo bueno que es estirarse y liberar toda la tensión acumulada. Se puede sobrevivir sin ella. Lo peor es que muchas personas son incapaces de hacerlo, pues se han condicionado a funcionar como seres que tienen que acarrear todos los problemas del mundo sobre sus hombros. Lo más probable es que se hayan sentido responsables toda su vida de su propio comportamiento y de el de los demás, ya que nadie les ha dicho nunca lo con¬trario. Cada uno de nosotros debe responder sólo de su propio comportamiento.

A continuación, doy algunas recetas de hierbas que puedes probar. Ninguna conlleva riesgos a no ser que tengas algún tipo de alergia.

En el baño:

Para los músculos cansados utiliza pino, enebro, tomillo, lavanda y romero.

Para aliviar la depresión: la rosa, geranio, lavanda y pachuli.

Para aliviar la tensión: melisa, rosa, jazmín, salvia y lavanda.

Para lavarse el pelo: si quieres proporcionarle brillo y protec¬ción, usa enebro, lavanda y romero. Mezcla bien estos ingredientes en un mortero y hiérvelos en agua. Escurre la mezcla y utilízala después del acondicionador. Cuando acabes, no te aclares el pelo, simplemente sécatelo con una toalla.

Lavado de la piel: para las cicatrices y sarpullidos son buenas la hierbabuena, la verbena, el tomillo y la melisa, o una infusión simple de alguna de estas hierbas. Si las utilizas juntas, combína las a partes iguales, y hiérvelas. Escúrrelas y limpia el área afectada con el líquido concentrado. Guarda lo que sobre en un envase de cristal y mételo en la nevera.

Cada una de estas es una sustancia basada en el agua y todas tienen propiedades curativas únicas. Me gustaría mucho que hubiese más personas dedicadas a la investigación y estudio del poder y las propiedades de las hierbas.

Movimiento y luz

La combinación de la luz de las velas y el agua siempre me ha fascinado, y sé que no soy la única. Cuando la Luna brilla en la superficie de un lago, la noche adquiere un poder extraordinario. Al reflejarse las velas sobre la superficie de tu baño inmóvil, puedes sentir el poder de los dos elementos.

Uno de los efectos más bonitos es el que producen las velas flotantes. Las hay de dos clases. Unas están moldeadas como un pequeño disco plano que, cuando se enciende, flota en la superficie del agua de tu bañera. Se queman por el centro de forma que puedes utilizarlas durante más tiempo. Queda muy bien ponerlas en la bañera cuando tienes invitados. Un poco de agua, algunas gotas de colorante alimenticio, y tu cuarto de baño adquiere una atmósfera nueva.
El otro tipo de vela flotante se realiza con un pequeño plato de plástico en el que se introduce una mecha. Después se añade una capa de aceite de cocinar al plato, y la vela flota mientras se quema el aceite. Este tipo es más complicado, pero emite una luz muy bonita. Ambas pueden quemarse durante mucho tiempo y son inofensivas cuando flotan en tu bañera. Como la mecha se encuentra en el centro de la vela, la llama no puede tocarte nunca mientras te bañas. Si el borde de la vela te roza la pierna, se va hacia otra dirección. Meditar en un baño de agua caliente rodea¬do por la luz de las velas, es maravilloso.

Las velas flotantes pueden utilizarse también en los círculos de diferentes festivales de temporada de los que hablaré en el capítulo 7. Hazlas flotar en tu caldero o cáliz. En tu altar o alrededor del círculo, y así conseguirás una luz misteriosa que da fuerza al trabajo o celebración.

El movimiento del agua puede ser de gran ayuda en tu trabajo, dado que, al ser considerado hipnótico, genera más energía. Puedes, con tu respiración, soplar para crear ondas. Los anillos del agua se mueven hacia el exterior, según desde dónde proceda el aire; mientras miras las ondas, repite tu objetivo de forma rítmica. Deja que cada grupo de olas desaparezca antes de comenzar con otro. Cada una tiene su energía base que se dirigirá hacia tu intención específica.

Por supuesto, lo ideal sería tener acceso a un estanque o piscina poco profundos en los que pudieras crear un efecto remolino de tamaño real. Recuerdo haberlo hecho en nuestra piscina del jardín trasero cuando era una niña. Mis amigos y yo movíamos el agua de la piscina en círculos. Empujando el agua por delante de nosotros, rápidamente conseguíamos la suficiente fuerza para que el agua continuara girando. Nosotros, por supuesto, no sabíamos que la energía creada por ese movimiento, nos cargaba a todos de energía, pero sí que nos divertía hacerlo. Ahora, como adulta y wicana, comprendo que la energía creada con el movimiento del agua puede dar fuerza a mis conjuros o a mi propio sentido de bienestar.

Cuando estoy en el baño, algunas veces llevo conmigo un pañuelo muy ligero y hago formas en el agua con él. Arrastrándolo por la superficie del agua, puedo crear el movimiento que complementa el trabajo de los conjuros que estoy rea¬lizando en ese momento.

Los ejercicios realizados en una piscina son extremadamente beneficiosos para cualquiera que los lleve a cabo. A las personas mayores les ayuda a aliviar los dolores de artritis o musculares. Las personas y niños con problemas físicos aprenden las ventajas del movimiento en el agua. Incluso los bebés se benefician de la terapia de la piscina; estos parecen tener una inclinación natural a nadar, como los perros, y acostumbrarse al agua de forma bastante rápida. Acaban de dejar un mundo de agua, y volver a sentir esa sensación de nuevo debe de ser maravilloso para ellos. Para las personas mayores es beneficioso flotar en el agua, pues movi¬mientos que fuera resultan difíciles, dentro no lo son.

Si tienes la oportunidad de hacerlo, ten presentes tus conjuros e intenciones mientras estás en el agua. Deja que te refresque y te proteja. Permite que te dé energía y te envuelva con su poder. Muévete libremente, dejándote llevar por tus propios sentimien¬tos, facilitando que tu cuerpo utilice sus vibraciones internas para moverse y fundirse con el agua.

El agua debería utilizarse con cuidado. Nuestro medio ambiente no puede continuar deteriorándose como ha ocurrido en el pasado. Debemos usarla de forma responsable y, si es posible, reutilizarla. El agua con esencia de hierbas se convierte en una sustancia perfectamente válida para regar las plantas de tu hogar o jardín, a no ser que hayas puesto champú, gel o aceite en el baño. Rellena algunos envases de leche o de palomitas con el agua, y déjalos reposar en un lugar fresco. La mayoría de los minerales y contaminantes se asentarán en el fondo y entonces podrás reutilizarla. No emplees lo que quede en el fondo, porque ahí es donde se concentran las sustancias no utilizables. También puedes reciclar el agua del baño, incluso si has usado champú o sales de baño, utilizándola para limpiar. Guárdala en cualquier recipiente y, cuando la necesites, añádele simplemente un pro¬ducto para la limpieza. Muchas veces, levadura o vinagre serán suficientes para la limpiar.

Purificación con agua

La purificación con agua es una manera simple y única de limpiar los utensilios de tu trabajo y a ti mismo. Limpiándote antes de un ritual, estás venerando a los dioses de forma apropiada. Primero, cuidas y mantienes ese precioso regalo que te han dado tu cuerpo. Esta unidad de funcionamiento es un milagro en su estructura y mantenimiento. Cada parte, tanto las que están a la vista como las que no, funciona en armonía con las demás. Esta perfección no puede medirse, y todavía tenemos que aprender más sobre este milagroso sistema.

Segundo, estás limpiando la negatividad para que tu ritual (o conjuro) se genere en un ambiente más positivo. Muchas religiones del mundo insisten en realizar abluciones antes de rezar. No hay reglas para la práctica de la magia que digan que DEBES bañarte antes de dibujar círculos, pero siempre es una buena idea, si hay posibilidad. Como mínimo, debes lavarte las manos y sienes. Si tienes pensado maquillarte un Sabbath o Esbat, haz tus abluciones antes de hacerlo.
Al frotar tus manos la una contra la otra, siente como la energía que las rodea sube por tus brazos, tus hombros y vuelve a tus manos. Cuanto más fuerte sea este movimiento circular de energía, más positiva será la fuerza. Mientras te lavas, debes ser capaz de sentir el camino completamente despejado y el flujo de energía volviéndose más fuerte. Presta atención y tu conciencia aumentará.

 Es necesario que estés lo más alerta posible, porque el resultado o las respuestas a tu trabajo estarán sólo a tu disposición si eres consciente de que vienen. Si no lo eres, podrías perder la oportunidad de conseguir lo que estuvieras pidiendo. Las respuestas raramente se nos presentan en letras grandes de neón. Más bien aparecen de forma sutil. Podemos no darnos cuenta de la simbología si no prestamos atención.

Lo mejor de ser consciente de las energías que poseemos, es que, con esta mayor conciencia, estamos más sintonizados con nuestro trabajo y nuestro entorno. De este modo conseguimos captar mejor nuestras necesidades y las de otras personas. Este entendimiento, a cambio, nos permite ser de mayor utilidad para ayudar a personas que nos necesiten. Los modelos cíclicos de emisión de energía y retorno, son la parte compuesta de nuestra existencia en el mundo terrenal. Necesitamos seguirlos y aumen¬tar su fuerza para poder utilizarlos sabiamente en nuestro trabajo.

El agua corriente es lo más adecuado para la limpieza. Para no agotar nuestra provisión de agua, utiliza un caldero o cubo, y echa el agua por encima del objeto que estás limpiando.

Después de que la limpieza se haya completado, por favor, no arrojes el agua al exterior. Puede estar llena de cualquier tipo de negatividad o trabajo antiguo procedente de tus utensilios. En vez de esto, ponla en tu altar o en uno de tus lugares mágicos. Déjala reposar durante un ciclo de siete días, o una fase de la diosa en su aspecto lunar. Esto servirá para purificar el agua, después puedes regar tus plantas o tirarla al exterior.

Dejar que un objeto repose en el agua también es una buena forma de limpiarlo. Siempre que no se dañe por ponerlo en remojo, mantenlo en el agua durante tres días. Si es posible, sitúalo en una ventana en la que pueda recoger los rayos de la Luna; esto ayudará en el proceso de depuración. Las velas se purifican muy bien de esta forma. Puedes hacerlo con varias a la vez, siempre que la intención no sea otra que la de purificar. Ten siempre agua purificada en el altar. Cualquier envase que te guste estéticamente será apropiado para guardar una pequeña cantidad. Pero puedes estar seguro de que cuando estás realizando un ritual o trabajo, te darás cuenta de que un hilo o una moneda o cualquier otro objeto que estás empleando no está limpio. De este modo, el agua estará allí, justo en el lugar donde la necesitas. Vierte tres gotas de agua sobre el objeto y evoca el poder de ese elemento para limpiar el objeto. Dado que tiene un lugar habitual en tu altar, este agua es particularmente poderosa y las tres gotas representan las tres fases de la diosa en su aspecto lunar. La Luna rige el agua. Esto se puede observar en las mareas lunares. Hablaré sobre la correlación entre las mareas, los ciclos lunares, y el ciclo menstrual de la mujer de manera detallada en el capítulo 7. Pero ahora es suficiente decir que la simbología relacionada con la Luna es apropiada para realizar la mayor parte de los trabajos con agua.

Limpiar o purificar con agua supone quitar la fuerza de un objeto o persona. Cada elemento tiene unas características específicas cuando se utiliza para purificar. El fuego resalta el valor y la fuerza bruta, el aire hace lo mismo con las características piadosas y beneficiosas, la tierra permite que surja el pensamiento filosófico y metafilosófico, y el agua abarca la fuerza y el nacimiento/crecimiento. Cuando limpies y bendigas tus herramientas y tu persona, no olvides estas características. Como dije anteriormente, muchos casos requieren la purificación con todos los elementos, pero en gran parte de nuestro trabajo simple y de nuestros conjuros diarios individuales, la utilización de un elemento relevante puede ser suficiente.

Cuando limpies cualquier objeto, piensa en lo que vas a hacer. No dejes que tus pensamientos se pierdan, incluso si el proceso de limpieza se convierte en algo tan familiar que te cueste concen¬trarte, hazlo. Tu intención por mantener las piezas mágicas es tan importante como cualquier trabajo que realices con ellas. Al igual que ocurre en otras circunstancias, el cuidado es necesario para conseguir el máximo poder posible.

Contemplación del agua

La observación en un caldero o envase de agua requiere práctica y perseverancia. Normalmente no se acierta en el primer intento. Si persistes y lo repites de modo consciente, probable¬mente lo conseguirás. Ten paciencia, si permites que la frustración nuble tu psique, detendrás el desarrollo de tu habilidad para contemplar con claridad.

Cuando comiences esta actividad, hazlo de forma simple. Un recipiente negro u oscuro de agua es lo mejor. Empieza con uno que tenga una gran apertura, una gran pantalla, por decirlo de alguna manera. Cuando te hayas convertido en un experto, las superficies de contemplación pueden ser más pequeñas, sin limitar por esto tus posibilidades.

Si no tienes un envase con interior oscuro, utiliza tinta o una mezcla de colorante alimenticio para conseguir la negrura de una superficie de aguas profundas, de manera que no puedas ver el fondo del envase si lo contemplas desde la superficie. Oscureciendo el agua, puedes crear la ilusión de una profundidad sin fondo.

Enciende una vela para iluminar el área que estás observando. Necesitarás ponerla bastante cerca de ti, pero no tanto como para que la llama se refleje en el agua; puedes mirar las sombras reflejadas, pero una luz visible, como la de la vela, puede ser difícil de ignorar a la hora de contemplar el fondo del agua. Más adelante, cuando tus capacidades se hayan agudizado, intenta comenzar tu observación reflejando, de forma deliberada, la llama sobre la superficie de tu caldero. Pero, para empezar, es mejor que elimines cualquier distracción que pueda existir.

Respira para conseguir calma, y relaja tu columna. Siéntate de manera cómoda con el envase delante de ti, sobre una mesa. Sitúa tus manos en cualquier parte del recipiente, descansando con las palmas dirigidas hacia el agua. A medida que te vayas relajando, deja que tus pensamientos vaguen sin rumbo definido y mira fijamente hacia el agua. Siente cómo el flujo de la energía rodea tus brazos y hombros, tal como dije antes, sólo que esta vez el círculo de energía incluye además el recipiente de agua. Ahora has invitado a esta parte del aparato mágico a que se convierta en parte de tu fuerza. Este movimiento cíclico de energía entre tú y la superficie observada, hará que finalmente las fuerzas se alineen y tú «sintonices» con lo que pueda verse en la superficie del agua.

Mientras observas con atención, concéntrate poco a poco en tus pensamientos. No dejes que se escapen más. Mantén una fuerte concentración en la profundidad del agua. Te verás a ti mismo fundiéndote con el líquido. Tu cuerpo está rodeado de agua templada. Estás flotando, sumergiéndote suavemente en la negra superficie. Déjate llevar dentro de esta piscina mística y llega a ser uno solo con ella. Te envuelve de forma tan segura como las aguas de las que provienes. Mantén tu objetivo en mente, pero deja que tu cuerpo se entregue a la relajante posibilidad de flotar en el agua. Sin esfuerzo y libremente.

Ahora concreta tu objetivo y olvídate del brillo negro del agua. Contempla las profundidades de la piscina que acabas de visitar.
Deja que las imágenes emerjan a la superficie. Míralas en tu mente. No será precisamente una imagen de vídeo lo que veas en el agua, pero te ayudará a aclarar el ojo de tu mente, y hará que las imágenes se muestren por sí solas. Comenzarás a encajarlas todas. Debes confiar en las interpretaciones que tu instinto te proporciona. Lo que tú percibas que es una traducción correcta, indicará que te encuentras en el camino adecuado; pero deja las interpretaciones para cuando hayas terminado. Las primeras veces que lo intentes, puede que quieras grabar la sesión o decirle a un amigo que tome nota de ella. No puedes esperar conseguir nuevas habilidades mágicas y recordar todo lo que ves al mismo tiempo. Cada vez te acordarás mejor de lo que has contemplado y de su orden, pero no esperes demasiado de ti mismo al principio. ¡Sé paciente!

Como otras formas de observación y adivinación, el mirar fijamente al agua debe ser interpretado más simbólica que literalmente. Muchos observadores manejan interpretaciones similares a las empleadas en el análisis de los sueños. Pero cada persona debe utilizar el método que le resulte cómodo. Si no te sientes a gusto con la simbología interpretada de una forma, intenta otra aproximación. De ninguna manera estoy diciendo que deberías reescribir lo que ves. Más bien, que tienes la opción de cambiar los símbolos, tal como lo harías con un anagrama, igual que cuan¬do leemos el tarot, podemos alejarnos de las reglas y cambiar la imagen de la carta.

Si en alguna ocasión has acertado con este método y últimamente parece que has conseguido una «adivinación», intenta arrojar hierbas al agua poco a poco. Presta atención al dibujo de las hierbas sobre la superficie del agua, y al agua en sí. Ve las imágenes como un todo en vez de como partes de la superficie. La salvia es esencial para la mayoría de los videntes que conozco; es la hierba de la sabiduría, al igual que el búho en el bosque al caer la noche. La macis y el tomillo son hierbas para la mejora de los poderes psíquicos. Puesto que la macis se encuentra generalmente en forma de polvo, utilízala al final. Abarcará gran parte de la superficie, por tanto, deja que las otras lo intenten primero. Una pizca debería ser suficiente para remover las aguas cósmicas.


BUSCANDO LA SABIDURÍA

Señora del lago 
al remover las aguas 
acuérdate de mí. 
Tu caldero es profundo 
tu energía poderosa al proteger a todos los que sirven.

No permitas que la noche se malgaste 
mientras bailamos en torno a las estrellas 
buscando la sabiduría. 
Ella nos guiará y nutrirá 
si continúas en el camino 
con el corazón lleno de amor.

Busca sólo la luz 
no las sombras engañosas 
sino el conocimiento que liberará. 

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