El agua que sana el espíritu

Usaremos

- Hebras de lana

- Aceite de pachulí

- Medio vaso de vino tinto

- 1 trozo de tela blanca de 15 centímetro cuadrados

 

Procedimiento

Llenar el recipiente con el agua de lluvia, y colocarlo en un lugar oscuro, iluminado solamente por la luz de la vela amarilla.

 

Después tomar el athame, y escribir sobre el agua aquello que le aflige.

Tomar un rollito de lana de 10 centímetros de lana, y mojarlo, primero en el aceite de pachulí y después en el vino tinto.

Llevar el rollito de lana mojada al recipiente con el agua de lluvia, y exprimirlo gota a gota, mientras dice:

 

 

“Lo oscuro se volverá claro,

lo duro se volverá blando,

lo amargo se volverá dulce,

este dolor se irá,

esta herida cicatrizará!

Por el Poder de la Diosa!

Por el Poder del Elemento Agua!

Así es, así será,

En Nombre del Astado de los bosques!

Con la fuerza de la magia de Aradia.

Dejar el rollito de lana en el agua de lluvia toda la noche; al otro día, escurrirlo y dejarlo secar al Sol, encima de la tela blanca.

Vaciar el contenido del recipiente, con el agua de lluvia en un hoyo en la tierra, y volver a taparlo.

Cuando el rollito esté seco, hacer una bolsita con la tela, y dejarlo dentro de ella, colgada dentro del ropero por 30 días.

Pasado este tiempo, guardarlo en un lugar seguro.