Blogia

Las cinco clases de herramientas en la Wicca

Las cinco clases de herramientas mágicas se dividen de acuerdo a su función más bien que por la apariencia vulgar que puedan manifestar en el plano físico. Todas las armas están diseñadas para tener un efecto sobre lo físico, pero las armas en sí mismas existen primariamente en el nivel etérico o astral. La forma física de un arma mágica no es más que un asidero o ancla conveniente para su forma etérica.

El athame (se pronuncia azaméi) y el Pentáculo son armas de análisis y síntesis respectivamente. Sobre el pentáculo se ensamblan formas, imágenes, y poderes etéricos cuando la voluntad y la percepción mágicas vitalizan la imaginación. El mago puede crear cientos de pentáculos enel curso de sus hechicerías, pero hay una virtud en tener un arma de uso general de estaclase, pues su poder aumenta con el uso y se puede emplear como altar para laconsagración de pentáculos menores. Para muchas operaciones de tipo evocatorio, el pentáculo se pone sobre la copa y el conjuro se hace con la vara.

El athame o, más comúnmente, la Daga o espada, es el arma de análisis o escisión o, en elsentido más simple, de destrucción. A través de la espada, la voluntad y la percepción mágicas vitalizan la imaginación del deshacer cosas. La espada es el depósito del poder que desintegra influencias etéricas a través del cual se afecta el plano material. Tanto la espada como el pentáculo son armas etéricas por medio de las cuales los poderes de ordensuperior de la voluntad, percepción, e imaginación ejecutan comandos mentales sobre losplanos de la naturaleza media.Las armas de la Copa y la Vara se usan para transmitir el poder de la fuerza vital (o Kia) directamente al etérico.

La vara es el arma de la voluntad y la copa aquella de lapercepción. Estas palabras se usan para dar a entender los procesos indescriptibles queocurren en la interfaz de conciencia y materia, más bien que la mera percepción sensorial yacción motriz. Todo lo que se puede decir de estos procesos es que algunos eventos tienenla apariencia de proceder desde el exterior hacia nosotros, y otros parecen originarse dentro de nosotros y proceder hacia afuera. La lección de todos los éxtasis superiores es que estadiferencia es arbitraria e irreal. Aquí estamos entrando en un reino donde nuestrasestructuras lógicas están mal equipadas para continuar, y sólo los poderes de la lámparatrascienden la paradoja.La copa se puede considerar como un receptáculo etérico para la percepción mágica. De todas las herramientas, es la que tiene menos probabilidad de parecerse al objeto físico cuyo nombre lleva, aunque a veces se usan copas reales de tinta o bebida. Para algunos, la copa existe como un espejo, una bola de cristal, un estado de trance, una barajade tarot, un mandala, un estado de ensueño, o un sentimiento que simplemente les llega.

 

Estas cosas a menudo actúan como artefactos para preocuparse con alguna otra cosa, demanera que las percepciones mágicas puedan subir a la superficie sin que las estorben elpensamiento discursivo y la imaginación. Parte del poder que se acumula en ellas puede asemejarse a la autofascinación. La copa o cáliz adquiere una calidad autohipnótica y ofrece un portal a través del cual la percepción tiene acceso a otros reinos.De manera similar, la Vara aparece en una profusión de formas. Como instrumento para asistir la proyección de la voluntad mágica a los planos etérico y material,puede ser un sigil de uso general, un amuleto, un anillo, un mantra de encantamiento, o55incluso un acto o gesto que uno haga. Tal como con el pentáculo, existe una virtud en tenerun artefacto pequeño, portátil y permanente de esta clase, pues el poder se acumula en élcon el uso.

Tal como con la copa, el poder de la vara es fascinar parcialmente las funciones superficiales de la mente y canalizar las fuerzas escondidas en las profundidades. Como laespada, la vara se manipula de una manera que describa vívidamente a la voluntad y al subconsciente lo que se requiere de ellos.

La Lámpara es como se llama en la Wicca a la vela de la presencia; sólo se llama así debido a la popular analogía del espíritu con la luz. Es igualmente probable sentir a las divinidades, los elementales, el substrato esencial de existencia, y la Kia, la fuerza vital personal, como una oscuridad imponente o simultáneamente como esplendor y vacuidad. Como artefacto para canalizar estas fuerzas a la conciencia mundana del wiccano no hay límite a las formas que la lámpara pueda tomar. Podría ser cualquier cosa desde una idea de las divinidades, la naturaleza, Cernunnos-Aradia, o un símbolo de aspecto primordial. El camino del wiccano es la manifestación del espíritu dentro de la materia, y su técnica primaria es la gnosis, el enfoque de la conciencia por medios fisiológicos. La lámpara del mago debería ser algo que ayude a su gnosis y reciba las fuerzas que él genera. La lámpara es el arma de inspiración en el sentido original de la palabra: lo llena de espíritu.El wiccano debe ser capaz de realizar cualquier ritual en el astral, es decir, mediante el solo poder de la imaginación. Visualizando fuertemente cualquiera de sus armas hasta el punto en que realmente alucina su presencia, él lleva a la acción tanto la forma etérica de la herramienta como los poderes asociados dentro de sí mismo.

0 comentarios