El lapislázuli y sus propiedades de protección

 

Dentro de todas las piedras preciosas que se utilizan en la wicca, el lapislázuli es una de las más apreciadas por su gris veteado y blanquecino con reflejos dorados en un fondo azul intenso, que se asemeja al cielo del amanecer. Debido a este parecido, se le identifica con los dioses y se le atribuyen propiedades de protección a quien la use, a tal punto que en la India mucha gente suele colocar collares de cuentas a los niños que tienen miedo de ir a dormir, para alejar a los miedos y pesadillas.

 

 

Esta piedra representa los cimientos de las fuerzas cósmicas sobre una tierra que no tiene afecto por la materia. El cielo que está representado en sus colores simboliza la iluminación espiritual de los hombres, que buscan siempre lo que se esconde dentro de sus limitaciones naturales. Además, en ella están las puertas al más allá, las cuales nos indican que podemos comprender lo que nos espera más allá de la tierra misma.

Para muchos, además, es la gema de la amistad, ya que fomenta la fidelidad y la franqueza, generando confianza entre quienes la recibe. Permite comunicar las emociones, ideas y pensamientos de una conciencia superior. Por ello, favorece el cultivo de la belleza física y espiritual, haciendo que su portador triunfe en todos los aspectos sociales.

En el aspecto psicológico, el tono azulino de la piedra ayuda a quienes sufren de depresión y hace que las capacidades comunicativas se incrementen, ofreciendo así una salida a este mal. En el ámbito medicinal, da muchos beneficios a aquellos que poseen problemas de visión nocturna y bloqueo de emociones.

El lapislázuli, entonces, es la calma en su máxima expresión, por lo que te puede ayudar a solucionar cualquier problema, atraer la paz a tu vida y generar nuevos vínculos positivos con quienes te rodean.